

Francia juzga a un reputado autor de cómic acusado de pornografía infantil
Bastien Vivès, un reputado autor francés de cómic, comparece desde este martes ante la justicia acusado de difundir imágenes de pornografía infantil en algunas de sus obras.
En la estela del #MeToo, varias asociaciones de protección de la infancia lo denunciaron y el Festival de Angulema, referente del cómic en Francia, anuló una exposición del autor.
El dibujante de 41 años se enfrenta ahora a hasta cinco años de prisión y 75.000 euros (85.125 dólares) de multa por realizar y difundir imágenes de pornografía infantil.
Dos de sus obras centran la denuncia: "La Décharge mentale" y "Petit Paul" (2018), que muestran abiertamente relaciones sexuales entre menores y adultos.
La asociación Fundación para la Infancia denunció que las "representaciones de menores en situaciones sexualmente explícitas" tienen "un carácter pornográfico".
"Nunca ha habido ninguna incitación ni apología de la pedofilia por parte de Bastien Vivès en sus obras", aseguró por su parte a AFP Richard Malka, abogado del dibujante.
"Un autor de novela negra no es responsable del asesinato de sus personajes", insistió Malka, para quien las asociaciones denunciantes "defienden a niños de tinta y pluma".
Las editoriales Les Requins Marteaux y Glénat, que han publicado los dos álbumes incriminados, comparecen ellas por difusión de la imagen de un menor con carácter pornográfico.
La segunda, editora de "Petit Paul", aseguró a AFP que defenderá la libertad de expresión en el juicio celebrado hasta el miércoles en el tribunal de Nanterre, cerca de París.
Bastien Vivès ha sido elogiado por varios de sus álbumes, como "Polina", por el poder evocador de sus líneas y la originalidad de sus tramas.
El Festival de Angulema, que lo consagró con el premio Revelación en 2009, le propuso exponer una retrospectiva suya en 2023, antes de cancelar la exposición.
El autor recibió "amenazas físicas". En junio de 2024, cinco personas fueron condenadas en París por amenazarlo de muerte o con golpearlo.
La polémica también sacó a la luz mensajes suyos en los que, amparado en un seudónimo, atacaba a la dibujante feminista Emma.
"Fue gratuitamente violento, irrespetuoso y sobre todo indigno", admitió finalmente Vivès.
Q.Braun--BP