

En Minneapolis, la protesta se vuelve arte en memoria de George Floyd
Kenda Zellner-Smith levanta una cortina de metal ondulado y deja al descubierto cientos de tablones de madera con grafitis. Cada uno de ellos cuenta una historia de las protestas que siguieron al asesinato de George Floyd a manos de un policía estadounidense.
Esta joven de 28 años recogió y guardó los paneles que en su momento protegieron los comercios de Minneapolis de los disturbios, con el objetivo de preservar el legado del asesinato que en 2020 conmocionó a Estados Unidos.
Cinco años después, Zellner-Smith afirma que los carteles -guardados en un depósito junto a un polígono industrial a tres kilómetros de donde murió Floyd- siguen evocando emociones fuertes.
Van desde contrachapados en blanco con un texto en el que se lee "No puedo respirar" -las últimas palabras que Floyd pronunció mientras Derek Chauvin, un agente de policía blanco, lo apretaba con la rodilla sobre su cuello- hasta coloridos murales que representan un arcoiris y corazones de amor.
"Cada vez que los miro noto algo diferente", dijo a la AFP. "Reavivan una energía o un fuego que se sintió hace años durante la revuelta".
Zellner-Smith, entonces universitaria en Minneapolis, formó parte de los millones de estadounidenses que en 2020 se sumaron a las concentraciones de Black Lives Matter que recorrieron las ciudades de Estados Unidos.
La amenaza del vandalismo hizo que muchos negocios se protegieran con tablones de madera, que se convirtieron en lienzos para los eslóganes y dibujos de los manifestantes que exigían justicia.
- "Una forma de resistencia" -
Zellner-Smith comentó que decidió empezar a coleccionar los paneles después de ver que retiraban uno tras las protestas y pensar: "¡Dios mío, van a desaparecer tan rápido como aparecieron!".
"Todos los días, después del trabajo, tomaba la camioneta de mi padre y me ponía a buscar tablas", recordó la joven, quien las buscaba en callejones y contenedores de basura.
Hoy, su proyecto "Salven los carteles" tiene más de 600 piezas, apiladas verticalmente en dos depósitos de tres por nueve metros.
Pero con el legado de Floyd bajo la lupa en el quinto aniversario de su muerte, ya que muchas de las reformas esperadas para abordar el racismo no se han concretado, afirma que los carteles son cruciales para sostener el movimiento de protesta.
"El arte sirve como una forma de resistencia y de narración, y habla de experiencias reales, vividas, y eso es lo que son", explicó.
Su próximo reto es encontrar un lugar a largo plazo para los tablones, ya que las subvenciones que cubrían los gastos de almacenamiento se están agotando.
Un puñado de ellos ya están expuestos -incluso en un edificio restaurado después de que fuera dañado por un incendio provocado durante las protestas de 2020- y la mayoría han sido fotografiados para ser archivados en línea.
"Mi mayor motivación es asegurarme de que se siguen viendo. Que se sigan escuchando las historias que tienen que contar y que la gente entienda que aún queda mucho trabajo por hacer", agregó.
- "Generaciones futuras" -
La iniciativa de Zellner-Smith es similar a otra que se puso en marcha también en Minneapolis, pero de mayor envergadura, a cargo de una asociación sin fines de lucro.
Se trata del proyecto denominado "Conmemorar el movimiento". El domingo la organización expuso unos 50 paneles en un evento cerca de la George Floyd Square, nombre que recibe el cruce donde fue asesinado el hombre de 46 años.
Con música afrobeat de fondo, decenas de personas recorrieron la exposición, que incluía murales negros y marrones con frases y dibujos.
"Es absolutamente vital que estos murales y la historia que cuentan se conserven para las generaciones futuras", afirmó Leesa Kelly, que en el marco de este gran proyecto reunió más de 1.000 piezas, incluidos muchos carteles de las protestas de 2020.
K.Wolf--BP