

Sir David Beckham, un icono mundial más allá del fútbol
David Beckham fue elevado este viernes al rango de caballero por el rey Carlos III, una de las más altas distinciones en el Reino Unido, tras años de esfuerzos por trascender su estatus de estrella del fútbol, convirtiéndose en un icono mundial también en la moda y los negocios.
Es el éxito de un proyecto de vida emprendido junto a su esposa Victoria, otra emblemática celebridad por su pasado como cantante del grupo Spice Girls y su labor como diseñadora de moda.
Esta condecoración "tiene un componente simbólico importante", dijo a la AFP Marie-Agnès Parmentier, profesora de marketing en la Universidad de Montreal y autora de varios trabajos de investigación sobre la pareja, que a partir de ahora pueden ser llamados Sir David y Lady Victoria.
"Refuerza su imagen de hombre respetable, comprometido, y ante todo, británico", añade.
A más o menos largo plazo, este título de caballero podría significar para el exfutbolista de 50 años nuevas oportunidades "especialmente en las esferas diplomáticas, caritativas o políticas", subraya Parmentier.
- Proyecto planificado -
Desde su retirada deportiva en 2013, el exjugador de Manchester United, Real Madrid y Paris Saint-Germain emprendió con éxito una labor de diversificación profesional.
Ya antes de colgar las botas había empezado a diseñar cómo iba a ser su vida post-fútbol.
"Sabía que mi carrera tendría un final y quería preparar el terreno para la carrera que venía después", explicaba él mismo en la serie documental "Beckham", difundida en 2023 en Netflix.
De manera paralela a sus actuaciones en el césped, Beckham se convirtió en una máquina de cerrar contratos publicitarios con marcas de ropa y de productos de belleza, consolidándose como un embajador perfecto de las marcas e incluso como un pionero entre los deportistas de élite en el mundo de la moda.
Gracias a esos pilares colocados hace tres décadas, Beckham ha podido construir el rascacielos que es actualmente.
A finales de abril presentó su primera colección para la marca Hugo Boss.
Es también copropietario del Inter Miami, club de fútbol estadounidense donde juega actualmente Lionel Messi y participante en el Mundial de Clubes.
También es cofundador del estudio de producción 99 y es embajador de Unicef desde hace 20 años.
- Una marca exitosa -
Esas actividades son las que le permiten tener la reputación actual, según el sociólogo Ellis Cashmore, ya que "no solo es conocido por su fútbol, también por ser Beckham, la marca", sostiene.
Una marca que pesa unos 500 millones de libras esterlinas (678 millones de dólares), según la clasificación de 2025 del diario The Times.
La realización de la docuserie de Netflix permitió medir el buen grado de popularidad de la pareja, especialmente entre los más jóvenes.
David Beckham "encarna una celebridad entre el deporte, la moda, el entretenimiento y los negocios", subraya Marie-Agnès Parmentier.
En su opinión, la visibilidad de la pareja "se sustenta en una estrategia sofisticada y una capacidad para encarnar valores universales como el trabajo, la familia y el estilo".
El camino para ello ha sido largo, subraya Ellis Cashmore.
- De paria a héroe -
En 1998, Beckham era considerado incluso el hombres más odiado de Inglaterra según algunas publicaciones o sondeos.
¿El motivo? Su expulsión por una patada al argentino Diego Simeone en un duelo de octavos de final del Mundial de Francia, que Inglaterra perdió en la tanda de penales.
Vivió entonces meses "de infierno" e incluso recibió amenazas de muerte. Le escupieron y escuchó infinidad de abucheos.
"Lo que viví era extremo. Todo el país me detestaba", señaló en la docuserie.
Pero pese a esa ola de impopularidad, David Beckham no se desvió de su misión.
Un año después terminó segundo en la votación del Balón de Oro, la más prestigiosas de las distinciones individuales del fútbol, en lo que marcó quizás el momento en el que el paria empezó a convertirse en héroe.
Con el tiempo, lo consiguió. Ha sido especialmente apoyado por la familia real de su país, que le invitó al matrimonio del príncipe Guillermo con Kate Middleton en 2011, y también al del príncipe Enrique con Meghan Markle en 2018.
En 2022, la prensa británica alabó su comportamiento en las exequias de la reina Isabel II, en las que esperó pacientemente casi 12 horas junto a miles de otras personas para poder recogerse unos instantes frente al féretro de la soberana.
Un motivo más para merecer su ansiado título de caballero, insiste ahora la prensa británica.
X.Maier--BP