

¿Qué dijeron los testigos en el juicio por golpismo contra Bolsonaro?
Testigos de la acusación confirmaron la tesis de que el expresidente brasileño Jair Bolsonaro planeó un golpe de Estado contra Lula, durante las audiencias del juicio en su contra concluidas este lunes, antes de que el exmandatario declare la semana que viene.
La corte suprema juzga al expresidente por supuestamente haber liderado "una organización criminal" para aferrarse al poder tras perder las elecciones contra Luiz Inácio Lula da Silva en 2022. Bolsonaro se expone a una pena de unos 40 años de cárcel.
Los magistrados escucharon durante dos semanas en audiencias virtuales a unos 50 testigos, entre ellos ex altos rangos militares, exministros y policías.
Dos excomandantes de las fuerzas armadas confirmaron la tesis expuesta por la fiscalía: Bolsonaro les presentó un plan para evitar que Lula asumiera el poder.
Mientras, el exministro Tarcísio de Freitas, aliado de Bolsonaro, aseguró que "nunca" oyó al ultraderechista, de 70 años, referirse a un plan golpista.
Esto es lo que hay que saber de las audiencias ante el supremo, antes de que Bolsonaro, quien se dice inocente, y otros siete coacusados sean interrogados ante la corte la semana que viene.
Los interrogatorios arrancarán el lunes 9 de junio y podrían prolongarse hasta el viernes.
El veredicto se espera en los próximos meses.
- "Usted no será presidente" -
El general Marco Antonio Freire Gomes, comandante del Ejército en la época, confirmó haber estado en una reunión con Bolsonaro en la residencia presidencial en diciembre de 2022.
Según Freire, en ella se discutió la eventual implementación de medidas excepcionales, como un "estado de defensa o de sitio" para refutar el resultado electoral y justificar una intervención castrense.
"Alerté al señor presidente (...) que él podría ser implicado jurídicamente" por ello, dijo Freire durante su audiencia, reafirmando lo que ya había dicho a la policía.
Por su parte, el excomandante de la fuerza aérea Carlos de Almeida Baptista Júnior fue más enfático: "Le dije al presidente Bolsonaro: pase lo que pase, el día primero de enero usted no será presidente", dijo, en alusión a la fecha de toma de posesión de Lula.
- "A disposición" de Bolsonaro -
Según el profesor Thiago Bottino, de la Fundación Getulio Vargas, estas declaraciones marcan un parteaguas en la historia de Brasil, que entre 1964 y 1985 vivió una dictadura militar.
"Vimos a comandantes negándose a participar en un acto de fuerza para destituir al presidente electo", dijo Bottino a la AFP. "Esto en un país con el historial de Brasil es muy importante".
Bottino destaca que Freire y Baptista "eran comandantes militares elegidos por Bolsonaro y prefirieron respetar la legalidad".
Sin embargo, el apego de los militares al orden democrático no fue unánime.
El entonces comandante de la Marina, almirante Almir Garnier Santos, apoyó la propuesta de Bolsonaro y dijo que "las tropas de la Marina estarían a disposición del presidente", declaró Baptista.
Garnier es uno de siete coacusados junto a Bolsonaro en el juicio.
- "Triste y resignado" -
La defensa del expresidente, por su parte, llamó a su exministro de Infraestructura y actual gobernador del estado de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas.
"En ese periodo que estuve con el presidente en la recta final (del gobierno), durante varias conversaciones, nunca tocó ese asunto, nunca mencionó ningún intento de ruptura" constitucional, dijo Freitas.
"Encontré al presidente triste y resignado", tras perder el balotaje presidencial, dijo el gobernador.
Freitas, que no participó en la reunión de diciembre de 2022, suena como posible sucesor de Bolsonaro para las elecciones de 2026, puesto que el exmandatario está inhabilitado políticamente.
- Reacción tardía -
Los testigos también reconstruyeron los hechos del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas invadieron y causaron destrozos en las sedes de poder en Brasilia para exigir una intervención militar contra Lula.
Según la fiscalía, el ataque fue la "última esperanza" de Bolsonaro para aferrarse al poder.
El entonces director adjunto de la Agencia Brasileña de Inteligencia Saulo Moura da Cunha aseguró haber enviado "alertas" desde el 6 de enero a todas las fuerzas federales sobre la "intención manifiesta de invadir el Congreso".
El mismo día del ataque, la justicia ordenó detener a los bolsonaristas que habían acampado días antes cerca de las sedes de poder. Pero el operativo no comenzó hasta la mañana del 9.
Cuestionado sobre la tardanza, el general Júlio Cesar de Arruda, sucesor de Freire al mando del Ejército, dijo que optó por una intervención "coordinada" con las demás fuerzas ya que había un "clima de nerviosismo" en Brasilia.
"Mi función fue calmar". "Gracias a dios no hubo ningún muerto", se justificó Arruda.
B.Koch--BP